Se acerca el día de Reyes, ese día mágico para los niños, de
absoluto estrés para los padres y de alegría inmensa para los abuelos. Después
de eso y casi sin darse cuenta uno se ve desarmando el árbol de Navidad,
sacando el portal de Belén y retirando adornos varios. Se acabó otra vez,
vuelta a empezar. Nos quedan las comidas y cenas con la gente a la que
queremos, alguna que otra indigestión y el típico regalo que hay que ir a
cambiar de lo feo y absurdo que es, y es que siempre te cae algo acojonante de
lo raro y uno se pregunta si de verdad le conocen o no. No sé, qué más da. Ayer
acabé de comprar los “reyes” para este año y no pude contenerme. Estaba allí,
solito, a 8 euros. Ofertaza pues en el reverso ponía 22. Y no pude resistirme.
Cayó uno de esos “Essential” que aborrezco pero de los que tengo unos cuantos y
son carne de viaje en coche, sí, llegó a mis manos el doble esencial de Kris
Kristofferson. Qué queréis que os diga, es bonico pero bonico del to. Claro,
que si el country no os va para nada no lo querríais ni regalado. Yo sí, porque
es cojonudo y porque Kristofferson es un gran músico, de segunda línea? Puede,
pero un gran músico, honesto, sincero y sin artimañas para vendernos la moto y
además le gusta trabjar como actor, y le hemos visto en grandes films y
verdaderas cutreces, para la posteridad quedará ese “Pat Garrett and Billy the
kid” junto al más grande entre los grandes, Bob. Eso es de agradecer. El disco
1 es una magnífica compilación del 70 al 72 que ya por sí sola vale su peso en
oro. Así pues no llega a englobar más de cuatro discos, concentrándose básicamente
en su imprescindible debut “Kristofferson” (70) y en “The silver tongued devil
and I” (71) sin olvidarnos de la magnífica “Me and Bobby McGee” que popularizó
la grandísima Janis. Luego, el disco 2 va desde ese mismo año con “Jesus was a
Capricorn” (72) hasta el 99. El material de este segundo disco se centra también
hasta el 75 más o menos, sin orden cronológico pero no se olvidan de colocarnos
por ahí en medio el “Highwayman” con Waylon Jennings, Willie Nelson y Johnny
Cash. Como veis me di un caprichito y esta mañana Kris me está cantando al oído
mientras hago mis tareas del hogar y acabo de envolver los regalos de sus
majestades. Y nada más, bueno sí, sólo una cosita: Lordy Lordy Lordy Lordy Lordy Lordy Lordy Lord. Hey, hey, hey, Bobby McGee…
Hiciste de puta madre, niko. Ese disco tambien lo tengo yo. Es un poco deslabazado (prefiero escuchar sus discos, logicamente) pero es BA-SI-CO si te gusta la musica americana de raiz. Kristoferson es honesto, es real y es cercano. Me encanta tio.
ResponderEliminarEn su día compré su debut y lo machaqué de mala manera. La razón primera por la que me acerqué a Kris fue For The Good Times, cuya versión de Elvis me tuvo obsesionado durante una buena temporada.
ResponderEliminarSaludos!